
Pintar tabla de surf
Pintar tu tabla de surf y darle otra terminación ya es posible y todo ello sin necesidad de gastarnos una gran cantidad de dinero en adquirir una nueva. Es una muy buena opción. Los pasos a seguir para ello son muy sencillos como veremos a continuación.
Preparación
Antes de realizar ningún tipo de actividad debemos asegurarnos de disponer de todos los materiales necesarios, así como, de tener la tabla en unas condiciones óptimas para pintarla. Los materiales más comunes son: los rotuladores Posca, que se pueden encontrar en cualquier papelería, unos trapos limpios, aguarrás mineral, para ayudar con la limpieza como veremos más adelante, acetona, lija al agua de grano fino, entre 280 y 300, spray barniz acrílico transparente, para proteger las zonas pintadas y lápiz de punta fina y goma de borrar. La tabla deberá estar perfectamente secada y limpia para comenzar con la tarea de pintado.
Limpieza y lijado
Para limpiar la tabla de surf, como ya hemos comentado, lo primero y más importante es tener la tabla seca y limpia. Para ello realizamos la limpieza de la parafina como estamos acostumbrados y posteriormente nos ayudamos del aguarrás mineral para eliminar los posibles restos de cera que aún queden sobre la superficie de la tabla. Después realizamos una pasada con un trapo mojado en acetona, para terminar de quitar todos los elementos innecesarios. Después de la limpieza, comenzamos con un lijado superficial utilizando el papel de lija que hemos mencionando anteriormente. Esta acción estará correctamente terminada cuando hayamos eliminado la capa de acabado brillante sobre la superficie. Como es de imaginar, el lijado dejará sobre la superficie partículas que debemos eliminar con un trapo húmedo.
Dibujar y pintar
Ahora que tenemos la tabla en perfectas condiciones para ser pintada, podemos empezar a dar rienda suelta a nuestra imaginación. Comenzamos utilizando un lápiz de punta fina para realizar el boceto. Es recomendable no apretar demasiado. Si cometiéramos algún error, podemos utilizar un trapo mojado en acetona o una goma de borrar para corregirlo. Una vez terminado el boceto viene la parte más divertida, rellenar de color. Lo mejor en este momento es dividir el proceso en dos fases: la primera, donde añadiremos color al grueso del dibujo y realizaremos la mezcla de colores, recuerda que para esto debes hacerlo de forma rápida, antes de que se seque la primera capa de pintura. Y en la segunda, nos centraremos en los detalles del dibujo. En última instancia, para los detalles de reflejos y sombras, utilizaremos rotuladores de color blanco o negro. Para que este paso se desarrolle correctamente, debemos ir alejándonos de la tabla a medida que avanzamos para comprobar si el dibujo está quedando como queremos y tener una perspectiva general del diseño.